Faringe Laringe
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La faringe (plural: faringe) es la parte de la garganta situada detrás de la boca y la cavidad nasal, y por encima del esófago y la tráquea (los conductos que bajan al estómago y los pulmones). Se encuentra en vertebrados e invertebrados, aunque su estructura varía según las especies. La faringe transporta el alimento y el aire hacia el esófago y la laringe, respectivamente. El colgajo de cartílago llamado epiglotis impide que los alimentos entren en la laringe.
En los seres humanos, la faringe forma parte del sistema digestivo y de la zona de conducción del sistema respiratorio. (La zona de conducción -que también incluye las fosas nasales, la laringe, la tráquea, los bronquios y los bronquiolos- filtra, calienta y humedece el aire y lo conduce a los pulmones)[1] La faringe humana se divide convencionalmente en tres secciones: la nasofaringe, la orofaringe y la laringofaringe. También es importante en la vocalización.
Función de la laringe y la faringe
Tenía dos años y estaba en casa de mi abuela, donde mis primos se lo pasaban en grande intentando encontrar los huevos de plástico de Pascua que mi abuela había escondido. Verás, dentro de los huevos había monedas de 25, 10 y 5 céntimos. Y, si tenías suerte, te topabas con huevos de plástico grandes, que tenían billetes de dólar dentro. Pero, al tener dos años, yo no podía participar. Pero eso no me detuvo. Me tropecé con mis piernas rechonchas y me topé con un huevo de plástico, dentro del cual había una moneda de 25 centavos y otra de 5 centavos.
Los siguientes minutos fueron un poco caóticos, ya que me ahogué y me puse azul, cayendo poco a poco en la inconsciencia, mientras mi abuela gritaba al operador del 9-1-1 para que la ambulancia fuera más rápida y mi madre intentaba realizar la maniobra de Heimlich en mi pequeño cuerpo sin éxito. Se dieron cuenta con horror de que la ambulancia no iba a llegar a tiempo. Mi padre -pensando rápido, o no- me abrió la boca y me metió los dedos en la garganta. Bastante lejos, según mi madre. Consiguió arrastrar las monedas fuera de mi garganta y de mi boca, lo que fue increíblemente afortunado, ya que tenía muchas más posibilidades de empujarlas hacia abajo aún más y sellar mi destino. Los paramédicos llegaron unos minutos después y declararon que estaba bien. Ese día me dejó una historia genial que contar 27 años después y a mis padres un saludable miedo a las monedas.
Localización de la faringe
La faringe, comúnmente llamada garganta, es un conducto que se extiende desde la base del cráneo hasta el nivel de la sexta vértebra cervical. Sirve tanto al sistema respiratorio como al digestivo, ya que recibe aire de la cavidad nasal y aire, alimentos y agua de la cavidad oral. En su parte inferior, se abre a la laringe y al esófago. La faringe se divide en tres regiones según su ubicación: la nasofaringe, la orofaringe y la laringofaringe (hipofaringe).
La nasofaringe es la porción de la faringe que es posterior a la cavidad nasal y se extiende inferiormente a la úvula. La orofaringe es la porción de la faringe que es posterior a la cavidad oral. La parte más inferior de la faringe es la laringofaringe, que se extiende desde el hueso hioides hasta el margen inferior de la laringe.
Faringe y laringe
En esta sección, se examinará la anatomía y las funciones de los tres órganos principales del canal alimentario superior -la boca, la faringe y el esófago-, así como de los tres órganos accesorios asociados -la lengua, las glándulas salivales y los dientes-.
En la entrada de la boca se encuentran los labios (singular = labium). Su cubierta exterior es piel, que pasa a ser una membrana mucosa en la boca propiamente dicha. Los labios son muy vasculares y sólo tienen una fina capa de epitelio queratinizado, por lo que tienen un aspecto rojo debido a que el color de los glóbulos rojos se muestra a través del epitelio fino y transparente. Tienen una enorme representación en la corteza cerebral, lo que probablemente explica la fascinación humana por los besos. Los labios cubren el músculo orbicular, que regula lo que entra y sale de la boca. El frenillo labial es un pliegue de membrana mucosa en la línea media que une la superficie interna de cada labio a la encía. Las mejillas constituyen las paredes laterales de la cavidad oral. Mientras que su revestimiento exterior es de piel, su revestimiento interior es de membrana mucosa. Esta membrana está formada por un epitelio escamoso estratificado no queratinizado. Entre la piel y la mucosa se encuentra el tejido conectivo y los músculos buccinadores. La próxima vez que comas algo, fíjate en cómo se contraen los músculos buccinadores de las mejillas y el músculo orbicular de los labios, que te ayudan a evitar que la comida se salga de la boca. Además, fíjate en cómo trabajan estos músculos cuando hablas.