El papel de los bosques pdf
Los bosques son esenciales para nuestra salud y bienestar, y para la salud del planeta. Son ricos en biodiversidad y tienen una enorme importancia en la lucha contra el cambio climático. Nos proporcionan agua limpia, alimentos, medicinas y materiales, reducen el riesgo de catástrofes y estabilizan los suelos.Europa es una de las regiones más ricas en bosques del mundo. Sin embargo, las prácticas actuales de gestión forestal no siempre están en consonancia con la necesidad de garantizar una elevada biodiversidad en los ecosistemas forestales. Con una demanda cada vez mayor de madera, los bosques y sus ecosistemas siguen sufriendo las consecuencias de la contaminación del aire y el agua, la pérdida de hábitats y biodiversidad y la invasión de zonas urbanas. En el ejercicio de estas competencias, la Unión respeta el principio de subsidiariedad. En particular, la protección de los bosques es una parte fundamental de la actuación medioambiental de la UE y una competencia de la UE basada en los artículos 191-192 del Tratado de Funcionamiento de la UE, según ha confirmado el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.La estrategia forestal de la UE para 2030 es una de las iniciativas emblemáticas del Pacto Verde Europeo. La estrategia establece una visión y acciones concretas para mejorar la cantidad y calidad de los bosques de la UE y reforzar su protección, restauración y resiliencia. Su objetivo es adaptar los bosques europeos a las nuevas condiciones, los fenómenos meteorológicos extremos y la gran incertidumbre que genera el cambio climático.
¿Cuáles son las principales funciones del bosque?
Conservación del agua y el suelo Bosques
Bosques con abundantes reservas de agua que constituyen un recurso hídrico, reducen el riesgo de catástrofes naturales o tienen otras funciones socialmente beneficiosas importantes que contribuyen a salvaguardar el suministro de agua y a preservar los ecosistemas.
¿Cuáles son los 3 beneficios del bosque?
Los árboles combaten el efecto invernadero atmosférico. Los árboles conservan el agua y reducen la erosión del suelo. Los árboles ahorran energía.
Recursos forestales
Dependemos de los bosques para sobrevivir, desde el aire que respiramos hasta la madera que utilizamos. Además de proporcionar hábitats para los animales y medios de vida para los seres humanos, los bosques también protegen las cuencas hidrográficas, evitan la erosión del suelo y mitigan el cambio climático. Sin embargo, a pesar de nuestra dependencia de los bosques, seguimos permitiendo que desaparezcan.
¿Has desayunado? ¿Has viajado al trabajo en autobús o en coche? ¿Te has sentado en una silla? ¿Has hecho la lista de la compra? ¿Te han puesto una multa? ¿Se ha sonado la nariz con un pañuelo? Los productos forestales son una parte vital de nuestra vida cotidiana en más formas de las que podemos imaginar.
Los bosques nos proporcionan cobijo, medios de vida, agua, alimentos y seguridad energética. Todas estas actividades implican directa o indirectamente a los bosques. Algunas son fáciles de averiguar: frutas, papel y madera de los árboles, etcétera. Otras son menos obvias, como los subproductos que se utilizan en artículos cotidianos como medicinas, cosméticos y detergentes.
Si miramos más allá de nuestra estrecha perspectiva humana, por no hablar de la urbana, los bosques proporcionan hábitats a diversas especies animales. Son el hogar de más de la mitad de la biodiversidad terrestre del mundo, y también constituyen la fuente de sustento de muchos asentamientos humanos diferentes, incluidos 60 millones de indígenas.
Deforestación
Los bosques cubren casi un tercio de la superficie terrestre y proporcionan una infraestructura orgánica vital para algunos de los conjuntos de vida más densos y diversos del planeta. Dan sustento a innumerables especies, incluida la nuestra, y sin embargo a menudo parecemos ignorarlo. Los seres humanos talan millones de hectáreas de bosques naturales cada año, especialmente en los trópicos, dejando que la deforestación amenace algunos de los ecosistemas más valiosos de la Tierra.
Tendemos a dar por sentados los bosques, subestimando lo indispensables que siguen siendo para todos los habitantes del planeta. Eso cambiaría rápidamente si desaparecieran todos, pero como la humanidad podría no sobrevivir a ese escenario, la lección no sería muy útil para entonces. Tal y como se da cuenta el niño de Once en “El Lorax” del Dr. Seuss, una crisis como la deforestación depende de la indiferencia. “A MENOS que alguien como tú se preocupe muchísimo”, escribió Seuss, “nada va a mejorar. No lo hará”.
La indiferencia, a su vez, suele depender de la ignorancia. Por eso, para ayudar a que las cosas mejoren en los bosques de todo el mundo, todos deberíamos aprender más sobre los beneficios de los bosques y compartir esos conocimientos con los demás. Con la esperanza de arrojar más luz sobre lo que los bosques hacen por nosotros, y lo poco que podemos permitirnos perderlos, he aquí 20 razones por las que los bosques son tan importantes.
El papel de los bosques en el medio ambiente
Los bosques son una fuerza estabilizadora del clima. Regulan los ecosistemas, protegen la biodiversidad, desempeñan un papel integral en el ciclo del carbono, apoyan los medios de subsistencia y suministran bienes y servicios que pueden impulsar el crecimiento sostenible.
El papel de los bosques en el cambio climático es doble. Actúan como causa y como solución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Alrededor del 25% de las emisiones mundiales proceden del sector terrestre, la segunda fuente de emisiones de gases de efecto invernadero después del sector energético. Aproximadamente la mitad de ellas (5-10 GtCO2e anuales) proceden de la deforestación y la degradación forestal.
Los bosques son también una de las soluciones más importantes para hacer frente a los efectos del cambio climático. Aproximadamente 2.600 millones de toneladas de dióxido de carbono, un tercio del CO2 liberado por la quema de combustibles fósiles, es absorbido por los bosques cada año. Se calcula que casi 2.000 millones de hectáreas de tierras degradadas en todo el mundo -una superficie del tamaño de Sudamérica- ofrecen oportunidades de restauración. Aumentar y mantener los bosques es, por tanto, una solución esencial al cambio climático.