Palabra raíz musculoesquelética
La artrosis es una enfermedad muy común que puede afectar a cualquier articulación del cuerpo. Es más probable que afecte a las articulaciones que soportan la mayor parte de nuestro peso, como las rodillas y los pies. Las articulaciones que utilizamos mucho en la vida diaria, como las articulaciones de la mano, también suelen verse afectadas.
En una articulación sana, una capa de tejido duro pero liso y resbaladizo, llamado cartílago, cubre la superficie de los huesos y ayuda a que éstos se muevan libremente unos contra otros. Cuando una articulación desarrolla artrosis, parte del cartílago se adelgaza y la superficie se vuelve más rugosa. Esto significa que la articulación no se mueve tan suavemente como debería.
Cuando el cartílago se desgasta o se daña, todos los tejidos de la articulación se vuelven más activos de lo normal, ya que el organismo intenta reparar el daño. Los procesos de reparación pueden cambiar la estructura de la articulación, pero a menudo permiten que la articulación funcione con normalidad y sin dolor ni rigidez. Casi todos nosotros desarrollaremos artrosis en alguna de nuestras articulaciones a medida que envejecemos, aunque puede que ni siquiera seamos conscientes de ello.
Osteopatía
Las pérdidas de fuerza tras una RCA no se limitan únicamente al cuádriceps. También se han descrito déficits de fuerza en los músculos isquiotibiales, de la cadera y del tobillo.21 Además, también se han observado déficits en la velocidad de desarrollo de la fuerza (RFD) en extensión y flexión de la rodilla,22-24 fuerza reactiva,25,26 y potencia27-29 después de una RCA. Estas cualidades son fundamentales para muchas actividades atléticas, y los déficits continuos pueden limitar el éxito de la reincorporación al deporte. No sólo la extremidad lesionada está sujeta a estos déficits, sino que también se ha demostrado que la extremidad contralateral experimenta déficits de fuerza muscular y RFD tras la RCA.30,31
El derrame, o aumento del líquido intraarticular, puede estimular los mecanorreceptores sensibles a la presión y también puede contribuir al IAM. Estos mecanorreceptores influyen en los nervios aferentes articulares del grupo II que, según los informes, contribuyen a la inhibición de la activación del cuádriceps.38 Además, Rice y sus colegas informaron de que un aumento del derrame de la rodilla que alcanza una presión intraarticular de 50 mmHg se asocia con un aumento de los potenciales evocados motores (PEM).38 Teóricamente, el aumento de los PEM debería provocar un aumento de la contracción volitiva del cuádriceps. Sin embargo, estudios anteriores mostraron una disminución de la contracción volitiva del cuádriceps tras una lesión aguda de rodilla y dolor, y Rice et al. especularon con que el aumento de la excitabilidad que registraron era un intento de mecanismo compensatorio para mantener el impulso neural al sistema muscular.38 Esto está respaldado por Grooms et al.39, que encontraron una actividad alterada en las vías corticomotoras durante una tarea de extensión de rodilla entre controles sanos y sujetos con ACLR. Esta teoría también puede explicar por qué Lynch y sus colegas no hallaron ninguna relación entre la activación del cuádriceps y los diferentes grados de derrame medidos mediante la prueba del derrame (descrita más adelante en este comentario).40 Por lo tanto, no está claro si el derrame contribuye directamente al IAM, ni a través de qué mecanismo el derrame puede causar IAM.
Terminología del sistema esquelético
Se centra en tratar la causa raíz, no los síntomas. Por lo tanto, los médicos, los terapeutas de todo tipo, incluso los políticos, pueden utilizar esta forma de pensar. Aprender la técnica te convertirá en un buen técnico, pero pensar de forma osteopática (tratar la causa raíz) te convertirá en un buen médico, un buen ingeniero, un buen político, etc.
La filosofía de la Osteopatía es lo que la diferencia de otras disciplinas médicas. Los principios clave se basan en el funcionamiento integrado de todas las partes del cuerpo. Si una parte del cuerpo está restringida, el resto debe adaptarse y compensarla, lo que a la larga provoca inflamación, dolor, rigidez y otros problemas de salud. Cuando el cuerpo está libre de restricciones de movimiento, el tratamiento osteopático ayuda al cuerpo a minimizar el dolor, reducir el estrés y aumentar la movilidad, dando al cuerpo la oportunidad de curarse a sí mismo.
La medicina osteopática es una forma distintiva de atención médica basada en la filosofía de que todos los sistemas corporales están interrelacionados y dependen unos de otros para gozar de buena salud. Podemos identificar 4 principios básicos:
Prefijo y sufijo musculoesquelético
El sistema musculoesquelético (también conocido como aparato locomotor) es un sistema de órganos que da a los animales (incluidos los humanos) la capacidad de moverse, utilizando los sistemas muscular y esquelético. Proporciona forma, soporte, estabilidad y movimiento al cuerpo.
El sistema musculoesquelético está formado por los huesos del cuerpo (el esqueleto), los músculos, los cartílagos, los tendones, los ligamentos, las articulaciones y otros tejidos conectivos que sostienen y unen los tejidos y los órganos.
Los músculos mantienen los huesos en su sitio y también intervienen en su movimiento. Para permitir el movimiento, los distintos huesos están conectados por articulaciones, y el cartílago impide que los extremos de los huesos rocen directamente entre sí.
La parte esquelética del sistema sirve como principal sistema de almacenamiento de calcio y fósforo. La importancia de este almacenamiento es ayudar a regular el equilibrio mineral en el torrente sanguíneo. Cuando la fluctuación de minerales es alta, estos minerales se almacenan en el hueso; cuando es baja, los minerales se retiran del hueso.
El esqueleto también contiene componentes críticos del sistema hematopoyético (producción de sangre). En los huesos largos hay dos tipos de médula ósea: amarilla y roja. La médula amarilla tiene tejido conjuntivo graso y se encuentra en la cavidad medular. En épocas de inanición, el organismo utiliza la grasa de la médula amarilla como fuente de energía.