Forma y función del hueso
El hueso es un órgano rígido[1] que forma parte del esqueleto de la mayoría de los animales vertebrados. Los huesos protegen los demás órganos del cuerpo, producen glóbulos rojos y blancos, almacenan minerales, proporcionan estructura y soporte al cuerpo y permiten la movilidad. Los huesos tienen formas y tamaños muy variados y estructuras internas y externas complejas[2], son ligeros pero fuertes y duros, y desempeñan múltiples funciones.
El tejido óseo, también llamado hueso en el sentido incontable de la palabra, es un tejido duro, un tipo de tejido conectivo especializado. Internamente tiene una matriz en forma de panal, que contribuye a dar rigidez al hueso. El tejido óseo está formado por diferentes tipos de células óseas. Los osteoblastos y los osteocitos participan en la formación y mineralización del hueso; los osteoclastos participan en la resorción del tejido óseo. Los osteoblastos modificados (aplanados) se convierten en las células de revestimiento que forman una capa protectora en la superficie del hueso. La matriz mineralizada del tejido óseo tiene un componente orgánico de colágeno principalmente llamado oseína y un componente inorgánico de mineral óseo formado por diversas sales. El tejido óseo es un tejido mineralizado de dos tipos, hueso cortical y hueso esponjoso. Otros tipos de tejido que se encuentran en los huesos son la médula ósea, el endostio, el periostio, los nervios, los vasos sanguíneos y el cartílago.
¿Cuáles son las 6 funciones del tejido óseo?
El esqueleto humano cumple seis funciones principales: soporte, movimiento, protección, producción de células sanguíneas, almacenamiento de iones y regulación endocrina. El hueso, o tejido óseo, es un tejido conjuntivo duro y denso que forma la mayor parte del esqueleto adulto, la estructura de soporte del cuerpo.
¿Cuáles son las 7 funciones del tejido óseo?
Las principales funciones de los huesos son el sostén del cuerpo, la facilitación del movimiento, la protección de los órganos internos, el almacenamiento de minerales y grasa y la hematopoyesis. Juntos, el sistema muscular y el sistema óseo se conocen como sistema musculoesquelético.
Matriz ósea
El hueso, o tejido óseo, es un tejido conjuntivo duro y denso que forma la mayor parte del esqueleto adulto, la estructura de soporte del cuerpo. En las zonas del esqueleto donde los huesos se mueven (por ejemplo, la caja torácica y las articulaciones), el cartílago, una forma semirrígida de tejido conjuntivo, proporciona flexibilidad y superficies lisas para el movimiento. El sistema esquelético es el sistema corporal compuesto por huesos y cartílagos y desempeña las siguientes funciones fundamentales para el cuerpo humano:
Las funciones más evidentes del sistema esquelético son las funciones gruesas, es decir, las que son visibles mediante la observación. Simplemente observando a una persona, se puede ver cómo los huesos sostienen, facilitan el movimiento y protegen el cuerpo humano.
Al igual que las vigas de acero de un edificio proporcionan un andamiaje para soportar su peso, los huesos y cartílagos de su sistema óseo componen el andamiaje que soporta el resto de su cuerpo. Sin el sistema óseo, seríamos una masa inerte de órganos, músculos y piel.
Los huesos también facilitan el movimiento al servir de puntos de unión para los músculos. Mientras que algunos huesos sólo sirven de soporte a los músculos, otros también transmiten las fuerzas producidas cuando éstos se contraen. Desde un punto de vista mecánico, los huesos actúan como palancas y las articulaciones como puntos de apoyo (Figura 10.1.1). A menos que un músculo atraviese una articulación y se contraiga, un hueso no se moverá.
Osteocitos
El hueso, o tejido óseo, es un tejido conjuntivo duro y denso que forma la mayor parte del esqueleto adulto, la estructura de soporte del cuerpo. En las zonas del esqueleto donde los huesos se mueven (por ejemplo, la caja torácica y las articulaciones), el cartílago, una forma semirrígida de tejido conjuntivo, proporciona flexibilidad y superficies lisas para el movimiento. El sistema esquelético es el sistema corporal compuesto por huesos y cartílagos y desempeña las siguientes funciones críticas para el cuerpo humano:
Soporte, Movimiento y ProtecciónLas funciones más evidentes del sistema óseo son las funciones gruesas, es decir, las que son visibles a simple vista. Basta con observar a una persona para darse cuenta de cómo los huesos sostienen, facilitan el movimiento y protegen el cuerpo humano.
Al igual que las vigas de acero de un edificio proporcionan un andamiaje para soportar su peso, los huesos y cartílagos de su sistema óseo componen el andamiaje que soporta el resto de su cuerpo. Sin el sistema óseo, seríamos una masa inerte de órganos, músculos y piel.
Los huesos también facilitan el movimiento al servir de puntos de unión para los músculos. Mientras que algunos huesos sólo sirven de soporte a los músculos, otros también transmiten las fuerzas producidas cuando éstos se contraen. Desde un punto de vista mecánico, los huesos actúan como palancas y las articulaciones como puntos de apoyo (Figura 6.2). A menos que un músculo atraviese una articulación y se contraiga, un hueso no se moverá. Para obtener información sobre la interacción de los sistemas esquelético y muscular, es decir, el sistema musculoesquelético, busque contenidos adicionales.
Hueso compacto
El tejido óseo, junto con la médula ósea y otros tejidos conjuntivos, forma los huesos, que tienen una doble función: soporte mecánico y centro metabólico. Los huesos sostienen las partes blandas del cuerpo y protegen órganos como el cerebro, los pulmones y el corazón. También sirven de palanca a los músculos para producir movimiento. Como centro metabólico, los huesos almacenan calcio y fósforo, y regulan su metabolismo. Además, en las cavidades internas de los huesos, la médula ósea está formada por numerosas células madre (células hematopoyéticas) que se diferencian en células sanguíneas, un proceso denominado hemaotopoyesis.
Los osteoblastos son células especializadas en sintetizar matriz extracelular ósea y responsables del crecimiento y remodelación de los huesos. Se encuentran en la superficie de crecimiento del hueso, alineados en una capa de alguna manera de aproximadamente una célula de grosor. Esta matriz ósea inicial, denominada osteoide, aún no está mineralizada. El osteoide madura por precipitación de sales de calcio. Cuando los osteblastos están completamente rodeados de matriz extracelular, quedan confinados en una cavidad conocida como laguna ósea y entonces se diferencian en osteocitos, las células óseas maduras.